Ella no hizo nada para cambiar la mediocridad de su vida. Su conciencia sigue gritandole que, en el agujero en el que está, sus desos son solo estupideces. Sin embargo, aprendió a disfrutar el tiempo que compartía consigo misma ya no ser su propia carga. Pasó de ser una molestia a una amiga. Ahora cada noche la aprovecha para hacer esos sueños realidad, de a poco, comenzando por los pequeños y seguir por los más grandes aunque las utopías no las llegue a alcanzar por lo menos se va a divertir con avanzar.
Por eso es que le recomendó que con cada atardecer no piense que el día terminó y solo fue otro tachón más en el calendario, que se relaje, se ponga cómoda y cumpla sus sueños. Que se cocine su comida preferida, mire esa película que siempre quiso, tome un trago de esa botella que guardaba para ocasiones especiales con la escusa de que brinda por ella misma, servirla en su taza preferida, darse un largo baño de inmersión escuchando su CD preferido y en cuanto menos se de cuenta sería una persona INFELIZ. Infeliz porque la noche terminó, está amaneciendo y un nuevo día arranca. Y a vos te quedaron tantas cosas para hacer ¡Pero no te hagas drama! Dsp de este día viene otra noche que ya la estas esperando ansiosamente (y no con miedo).
A veces me siento uno de los inadaptados, a veces me siento Mariana, a veces creo que utopia son las cosas que no hicimos todavia, a veces creo que las utopias son la farsa mas grande del mundo.
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