El Silencio Que No Calla

Gerardo se siente abrumado por todas esas voces por todos esos ruidos que hay cuando nada hay. Gerardo corre y se oculta de ellos entre la multitud para perderse y que no lo encuentre sin saber que lo esperan a la vuelta de cada esquina. Gerardo tapa sus oidos para no escucharlos, los tapa con la paz y la tranquilidad del caos y el movimiento. Gerardo no quiere escuchar lo que el silencio tiene para decir porque le grita la verdad. El silencio le grita penas, fracasos, desiluciones, mediocridad, lástima. Le grita lo mismo que gritaba ayer y Gerardo no le puede mentir porque el silencio todo de él conoce. Es por eso que hoy prefiere el humo, los tragos y las pastillas. Porque lejos de conocerlo lo llevan a un lugar a salvo del silencio, a salvo de él mismo. Crean un nuevo lugar y un nuevo Gerardo, hacen todo lo que el no puede hacer. Ellos crean un mundo, una persona y una vida perfecta... solo por un rato, luego lo vuelven a dejar a merced del SILENCIO